El hermano menor del clan cacique zacatecano, Saúl Monreal Ávila, senador de la República soltó una acusación a la gobernadora de Campeche, Layda Sansores San Román, que baña de cuerpo entero de lo que realmente están hechos los militantes de ese cóctel de políticos con que está hecho el partido Movimiento de Regeneración Nacional, Morena…
Dijo lo siguiente: “Haberse llevado al panista Jorge Luis Lavalle al gobierno de Campeche, es lo que pero que puede reclutarse en los gobiernos de Morena…
Es mal visto por la misma sociedad. Lavalle tiene antecedentes de signos de corrupción. Creo que no fue una decisión correcta la que se tomó”…
Bueno, pues si bien el nuevo funcionario estrella de la gobernadora campechana morenista efectivamente tiene antecedentes graves de corruptelas y que incluso estuvo preso algunos años, la pregunta a don Saúl es si aguanta un recuento pormenorizado de los más “distinguidos” militantes de su nuevo partido, si su nuevo, porque durante muchos años él y sus diez hermanos y hermanas se hicieron políticamente en el PRI…
Es mucho lo que se podría contar y señalar con índice de fuego lo que conlleva la acusación del senador zacatecano, y solo por mencionar lo más reciente, qué representan para él los Yunes, padre e hijo también senadores, suplente y propietario veracruzanos, hoy morenistas, pero que también nacieron políticamente en el rancio priismo, luego fueron abrigados por el panismo y hace algunas semanas utilizados por Morena para sus fines legislativos, a cambio de limpiar los expedientes judiciales en que están inmersos, incluso reclamado uno de ellos por la justicia estadounidense…
Por lo pronto que esto quede para la reflexión, porque nuestros sabuesos informativos trabajan en el tema y están recapitulando algo que a muchos jóvenes interesará por el estiércol que sale de los campamentos partidistas…
Recuérdese aquella sabia frase que dice: el arte de la política es saber comer estiércol sin hacer gestos…
Interesante, ¿no?...