Comienzan a ser cada vez más frecuentes algunas preguntas entre el avispado y mucha pieza pueblo mexicano, que ve con asombro que el gobierno de México no pueda parar la guerra desatada en Sinaloa por los grupos mafiosos que se disputan el territorio…
Y es que el asunto ya trasciende al ámbito internacional, desde donde surgen preguntas en el sentido de que si el Ejército, la Guardia Nacional y mucho menos las policías federal, estatal y municipal no pueden frenar a esos grupos de la mafia, qué pasaría si, en el hipotético caso, cualquier país le declarara la guerra a México…
La historia está cargada de episodios bélicos en los que se ha visto envuelto este país, tanto en el norte como en el sur, pero en las últimas décadas los mexicanos parecen estar gobernados por las mafias que han sentado sus reales en casi todo el terrorio, sometiendo a la sociedad, de todos los niveles, al cobro de piso, al reclutamiento forzoso de adolescentes y jóvenes, con el consecuente derramamiento de sangre entre compatriotas y sometimientos de auténticos núcleos…
Gobiernos ideológicos van y vienen con promesas bañadas de auténtica engañifa cuando se refirieron a devolver la seguridad de antaño, pero que en la realidad solo llegaron a instalarse en la silla del poder para, desde ahí, seguir escupiendo al pueblo frases dsmagógicas…
Solo es cuestión de reflexionar que mientras la estategia de unos fue, por cierto la más prolongada, haber controlado la actividad mafiosa, otros llegaron a sembrar indiferencia que solo sirvió para surgimiento de mafias que tuvieron el tiempo necesario para organizarse y extenderse ante la indiferencia gubernamental…
Y luego se les declaró la guerra con un ejército que, a fuerza de asimilar la razón, la perdió por considerarla solo una loca aventura, por lo sangrienta que resultó, y lo más reciente haber amenzado a los capos de que serían acusados con sus mamás y papás si no se portaban bien y frases tan decepcionantes como abrazos no balazos…
No se necesita de sesudos análisis para entender este escenario y si alguien duda del sucinto historial, cómo entender que ni el Ejército, ni la Guardia Nacional y mucho menos las policías federal, estatal y local puedan detener la guerra desatada en Sinaloa por las bandas denominadas “chapitos” y “zamabadas”…
Por todo ello es que presisamente ahí, en esa norteña estidad de México, los habitantes se comiencen a preguntar que si los tres niveles de gobierno no pueden con los mafiososo que les han tronado su traquilidad, qué le puede esperar a toda la nación si un país le declara la guerra…
Fuerte y desgarrador, ¿verdad?...
Pues como desde hace 18 años les decimos a nuestros miles de lectores de México y 23 países del mundo: Que quede para la reflexión, porque, como todos sus antecesores, la actual primera presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, todavía no suelta las frases con que pasará a la historia…