*Burda maniobra de Delgado hunde a Monreal
*Dicen que transforman y demuestran lo contrario
Si en la Cámara de Diputados federal el líder de los morenistas, novato en política de altura, Mario Delgado Carrillo, pretende burda maniobra para evitar que el PRI ocupe la presidencia de la mesa directiva a partir de septiembre próximo, como está acordado entre todas las fuerzas políticas desde el inicio de esta 64 Legislatura, aparecen señales de que perderá de todas, todas.
Como se sabe, la maniobra de marras consiste en obligar a su partido aliado, PT, a que seleccione a un grupo de sus legisladores para que renuncien a su fracción y se sumen a otra también aliada, como el Partido Verde o Encuentro Social, con lo que el PRI quedaría en desventaja numérica e impedido para ocupar el cargo por tener menos diputados que los anteriores.
Bueno, pues si esto ocurre en la Cámara de Diputados, ya tuvo respuesta en la Cámara de Senadores, donde el líder de los morenistas, Ricardo Monreal Ávila, es arrastrado por la novatez de sus “correligionarios” diputados federales y a pesar de su aparente “colmillo” político, que muchos confunden con oportunismo, no puede solo con los, aunque él no los considere así, trabucos senadores priístas y panistas.
Y como también se sabe, en el Senado Morena no alcanza la mayoría parlamentaria que le permita sacar adelante las reformas constitucionales que le ordena el presidente Andrés Manuel López Obrador, por lo que tiene que negociar con el PRI todo lo que pretenda para vencer a los panistas que todavía es el partido que constituye la segunda fuerza parlamentaria en el Congreso.
¡Ah!, pero acaba de ocurrir otro episodio que puede estar hundiendo a Monreal, porque, aunque prospere la burda maniobra de su partido en la Cámara de Diputados, la senadora Lily Téllez, ex morenista en Baja California que hace algunos meses renunció a la bancada de ese partido, acaba de anunciar que se suma a la fracción parlamentaria del PAN.
Esta decisión obedece, obviamente, para no quedar desprotegida de las presiones que comienzan a aparecer entre los morenistas en aquella entidad, quienes no solo pretendían obligarla a seguir aportando cuotas que deben entregar al partido todos los legisladores federales y locales, sino pagar tributo especial, incluido el ideológico, por haberla llevado a ocupar el cargo con sus siglas en el Congreso.
Y si a esto se suma la grave acusación que les acabada de enderezar la senadora Alejandra León Gastélum, del PT, principal partido aliado de Morena, a los diputados locales de Baja California, su tierra natal, por sus alocadas ansias de aferrarse al poder con reformas a la ley electoral de la entidad, pues queda totalmente demostrado lo que aquí hemos comenzado a llamar mal llamada transformación que pregona el dueño del partido Morena desde Palacio Nacional.
Así las cosas, cómo se les puede creer que llegaron al poder político de México para transformar al país, si el diputado federal Mario Delgado Carrillo está actuando igualito que los anteriores y si el Senado de la República está lleno de funcionarios improvisados impuestos por los nuevos dueños del órgano parlamentario, incluidas algunas novias de los más influyentes, como pronto lo reseñaremos aquí con pelos y señales.
La lucha, pues, en el Congreso federal, no le favorece a Morena por la novatez de sus protagonistas, ya que si en la Cámara de Diputados el PRI es despojado de su legítimo derecho a presidir la mesa directiva, en el Senado de la República le cobrará la factura al sumarse en votaciones a los panistas, movimiento ciudadano y perredistas, quienes juntos forman el trabuco parlamentario que se requiere para detener todo lo que el presidente López Obrador le ordene a Monreal.
De esto todavía hay mucho que contar.