*Cambiar Enemigos
Después de ya seis años de que la 4T cambió la “Guerra contra el Narco” por la “guerra contra los conservadores y los neoliberales” y prácticamente con todas las trampas, ilegalidades, amenazas, descalificaciones y abusos posibles, han logrado su meta de que nos peleemos entre nosotros; dividir al país entre los buenos y los “enemigos de la patria”, cambiar la Constitución y desmantelar buena parte de las instituciones, creo que ya es tiempo de reenfocar las energías y la mira hacia los enemigos que realmente nos están haciendo un daño terrible.
Como resultado de las políticas de combate interno el crecimiento económico no llegó al uno por ciento anual (el peor en 40 años), el sistema de salud quedó hecho añicos, la inseguridad y la violencia se han enseñoreado del país como en los tiempos de la Revolución donde los salteadores de caminos controlaban las vías del ferrocarril, los senderos, veredas y vías de transporte, la falta de obras de infraestructura o la falta de mantenimiento han provocado cortes de energía en cada vez más estados del país entre otras, creo que ya es tiempo más que necesario para canalizar y utilizar nuestra energía y recursos sobre las verdaderas lacras que azotan a México.
Ya ganaron, ya lograron lo que querían, ya cambiaron la Constitución, ya hicieron un Poder Judicial a modo, ya regresaron al país 50 años, ya basta.
Ahora es tiempo de producir, de resolver, de crear opciones de desarrollo educativo, científico, tecnológico, combatir efectivamente la pobreza y desigualdad que agobian al país y más cuando en Estados Unidos con el triunfo de Donald Trump, se recrudecerán el proteccionismo y la imposición de políticas arancelarias y financieras que directamente dificultarán o retraerán la dinámica económica con que México se ha beneficiado a lo largo de 30 años con los tratados económicos trilaterales.
Pese a que Trump es empresario de origen, al igual que todos los políticos no ha dudado en culpar a otros por sus propios problemas; así el ingente problema de la drogadicción en su país se lo ha trasladado a México y Latinoamérica, la falta de empleos o productividad de su país se lo cargan a China; el descontrol migratorio que sufren desde hace 60 años también se lo achacan a México; los millones de trabajadores indocumentados por supuesto que también los mexicanos son culpables.
La negociación, la imaginación, las propuestas específicas y documentadas, así como el aprovechamiento de la inmensa riqueza de capital humano con que cuenta nuestro país en materia diplomática, administrativa, económica, de ingeniería, investigación y desarrollo, es lo que debe aprovecharse y prevalecer frente al aislacionismo, las bravuconerías, las ofensas o los descalificativos a países.
En México no podemos seguir peleando entre nosotros como ha sucedido; no resolvemos nada y nos estamos rezagando terriblemente en todos los campos.
Si alguien sabe qué ha ganado México con sus bravatas, descortesías y majaderías a España, Reino Unido, Canadá, Estados Unidos, Bolivia, Ecuador o Perú no sería ocioso que nos compartiese tan preciada información.
Lo que si queda claro es que mientras siga esta guerra, lucha, confrontación entre nosotros hay fenómenos tan graves que ni siquiera se han destacado en los medios.
Para no ir más lejos, a pesar de la supuesta diligencia que han mostrado las autoridades sanitarias para dotar a la población de vacunas contra la influencia y el covid-19, permítame recordarle que apenas el pasado primero de este mes “la OMS publicó un informe que revela que la tuberculosis provocó la muerte de más de 1.25 millones de personas alrededor del mundo en 2023, lo que la sitúa como la principal causa de muerte por una enfermedad infecciosa, por encima de la covid-19”.
Lo relevante para nosotros es que de acuerdo con el Boletín Epidemiológico, que elabora la Secretaría de Salud, al 28 de octubre de 2024 se tiene el registro de 17 mil 450 casos de tuberculosis respiratoria en todo el país, enfermedad que lejos de disminuir tiende a incrementarse principalmente entre personas de bajos recursos y que viven en condiciones de insalubridad.
Según el doctor Alejandro Macías comisionado de salud durante la pandemia de gripe A (H1N1): “Una tuberculosis activa es más peligrosa que muchas otras enfermedades respiratorias como covid o influenza, la mortalidad depende mucho con qué oportunidad se inicie el tratamiento, pero sí, es una enfermedad que podemos decir que es peor a enfermedades agudas”.
Como en un chiste de Gila; pareciera que los soldados no le han dicho al capitán: ¡¡Oiga, que el enemigo está en otra parte, aquí le siguen disparando a los cadáveres!!
Igual sucede por acá, ya han acabado con todo lo que según ellos les representaba un problema, pero hay situaciones terribles que los feroces combatientes de la 4T ni siquiera han visto; la gente que se libra de ser asesinada, resulta que ya no quiere vivir en este país de la felicidad danesa.
Tal y como señaló esta misma semana Mario Luis Fuentes; “En 2023, las autoridades sanitarias reportaron que los trastornos alimenticios, depresión e intoxicación aguda por alcohol reportaron los casos más altos en México, lo que derivó en altos índices de intentos de suicidio”.
Ese mismo año “el último para el que se dispone de datos, la Secretaría de Salud, reportó 4 mil 918 casos de trastornos alimenticios, también, 155 mil 798 casos de depresión, así como 25 mil 596 casos de intoxicación aguda por alcohol.
Y para ser más precisos las categorías que se incluyeron fueron: a) Autoenvenenamiento intencional por analgésicos no narcóticos, con mil 219 casos; b) Autoenvenenamiento intencional por sedantes, hipnóticos y psicotrópicos: 2 mil 318 casos; c) Intento de suicidio por diferentes métodos: 7 mil 789; d) lesión autoinfligida por saltar desde un lugar elevado: 104 casos: e) lesión autoinfligida por ahorcamiento o sofocación: 492 casos; f) lesión autoinfligida por disparo de arma corta: 112 casos; y, g) lesión autoinfligida por objeto cortante: mil 136 casos.
Si se suman todas las modalidades descritas, se tiene una cifra de 13 mil 170 intentos de suicidio por distintos métodos, lo que significa un promedio de 36 casos diarios, o bien, 1.5 intentos de suicidio cada hora.
Medido por tasas, el registro disponible para los desórdenes alimenticios es de 2.64 casos por cada 100 mil personas en 2018, y de 3.75 en 2023; con un pico máximo de 4.06 en 2022. Respecto de la depresión, se pasó de 99.73 casos por cada 100 mil personas en el año 2018, a 118.72 en 2023*.
Vaya forma de medir la alegría en este país donde la Revolución de las conciencias genera un país de suicidas.
¡¡El enemigo es otro. Paren de destruir al país!!
*https://www.excelsior.com.mx/nacional/quien-cuida-de-la-salud-mental-sin-indicadores-confiables-advierten/1682708