De no ocurrir otra cosa, el próximo miércoles ocho de julio se dará el encuentro de dos presidentes que se dicen amigos y que mientras uno sabe para que “invitó” a su colega, porque él orquestó la visita, el otro no sabe bien a bien a qué va y desafía el sentir de su pueblo izquierdista con historia de constante rechazo a lo que ha llamado imperialismo yanqui que abusa de casi todas las naciones del mundo…
Así es, se trata del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador y del mandatario de Estados Unidos Donald Trump, quienes ya formalizaron la visita del primero a la Casa Blanca, supuestamente para festejar la entrada en vigor del nuevo tratado comercial que ambos firmaron con su colega canadiense Justin Trudeau… Pero no se necesita tener mucho seso analítico para descifrar las aviesas intenciones del yanqui, pues si en realidad el encuentro será para hacer fiesta en la Casa Blanca por el T-MEC, el canadiense habría aceptado acudir con ánimo jubiloso, pero hasta el momento los ha mandado a freír chongos comerciales, pues él sí sabe lo que pretende Trump… Así las cosas, lo único que está generando la reunión entre el mexicano y el norteamericano, es el morbo del escenario que se montará para difundir el encuentro de un hombre multimillonario que gobierna a la todavía primera potencia mundial, con un colega sumamente radical en su pensamiento de repudio a quienes viven solo para acumular riqueza… Por ello, y con estos fundamentos, este Sinforoso no es cansará de expresar que está a tiempo, señor presidente…