Una vez más, notoriamente enfadado por las preguntas de la reportera de la revista Proceso, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo desde su púlpito mañanero del pasado miércoles 27 de marzo: “no me callo, no me callo y no me callo, seguiré hablando de política durante este proceso electoral”…
Agitando el puño derecho mientras respondía a la reportera, el mandatario mexicano aseguró, además, que en Campeche hay mano negra de sus adversarios electorales y, como ha sido la constante a lo largo de todo este agonizante sexenio, se lanzó contra Proceso, El Universal, Reforma, Televisa y todos los conductores de noticieros radiofónicos que considera enemigos.
Y justo cuando la periodista hacía otra pregunta, López Obrador soltó, con más arrebato, un despectivo “ya, ya, ya, me tengo que ir”…
Y así dio por terminada la conferencia de prensa, llevándose en lo más hondo de su ego el tremendo coraje que le hizo pasar la periodista, con quien se enfrascó en largo intercambio de dimes y diretes, episodio que, como ya es costumbre, a todas luces lo perdió…
¿O alguien lo puede refutar?...
Si es así, solo es cuestión de leer la versión estenográfica de ese día…