Y así pasará a la historia
Olga María Sánchez Cordero Dávila: Con su venia, señor presidente.
Honorable Pleno: Hoy, como cuando fui presidenta de la Mesa Directiva de este Honorable Senado, vengo a defender un principio de republicanismo, el de la autonomía de los Poderes de la Unión para definir sus propias formas, tiempos y modos de administración.
Hoy vengo a defender a las y los trabajadores del Poder Judicial de la Federación.
Ante la posible eliminación de algunos de los fideicomisos que representan parte de sus conquistas laborales. Que quede claro, no he venido a proteger algún tema de interés particular para quienes integran o tuvimos el honor de integrar el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Hoy vengo a hablar en favor del respaldo institucional y la salvaguarda de los derechos de 22 mil 896 oficiales judiciales, oficiales de partes, técnicos de videograbación, técnicos de servicio, intendentes y oficiales de seguridad.
Traigo a este Pleno argumentos a favor de 11mil 314 secretarias o secretarios de Tribunal, secretarias o secretarios de juzgado, directores de áreas, secretarias y secretarios de apoyo, administradoras y administradores regionales y actuarias o actuarios.
Soy portadora del mensaje de mil 721 juezas y jueces, magistradas y magistrados, así como de mil 211 defensoras y defensores públicos, asesoras y asesores jurídicos que atienden a la población de menos ingresos y de menos recursos.
Traigo ante ustedes una defensa de todo ese capital humano altamente especializado al que afectaremos gravemente si desaparecemos todos los fideicomisos que administra el Poder Judicial de la Federación.
El primer fideicomiso sobre el que quiero invitar a ustedes a reconsiderar su postura es el Fideicomiso para el Desarrollo de Infraestructura que implementa las reformas constitucionales, en materia de justicia federal, el llamado Fireco.
Éste está enfocado en lo que aún falta por adecuar en cuanto a la infraestructura, derivada de la implementación del Sistema Penal Acusatorio, yo no aprecio prudente su extinción, si acaso propondré explorar la posibilidad de ampliar su definición y finalidades para que de este mismo recurso se atiendan las necesidades de la implementación, tanto del nuevo Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares, como la Ley General de Mecanismos Alternativos de Solución de Controversias, que seguramente aprobaremos en este período, como en su momento también se atendió la implementación de la reforma laboral.
Si realmente queremos fortalecer la justicia cotidiana, la justicia de a pie y estandarizar y modernizar el 70 % de los procesos judiciales que se realizan en el país, entonces deberíamos considerar mantener este fideicomiso.
El segundo fideicomiso al que quiero referirme es el Fideicomiso para el Mantenimiento de Casas Habitación de magistrados y jueces. Este instrumento sirve para proveer fondos para las casas adquiridas en lugares de alto riesgo, por cuestiones de seguridad que, si bien al principio se constituyó con presupuesto federal, con presupuesto público, en la actualidad se nutre del descuento vía nómina de jueces y magistrados no del presupuesto público.
Quienes contamos con amigas y amigos o conocidos de nuestras Fuerzas Armadas podemos entender que este tipo de medidas son indispensables para ofrecer un respaldo institucional mínimo a quienes tienen la responsabilidad de defender a nuestra sociedad en zonas de alta conflictividad, es un tema humanitario, no podemos pedir independencia y objetividad para juzgar en casos en que se pone en riesgo a las personas juzgadoras, cuando no somos capaces de ofrecerles ni siquiera un techo seguro a las personas que asumirán las responsabilidades de los juicios y, además, de como dije, se les descuentan de su nómina.
El tercer fideicomiso al que me referiré es el Fideicomiso de Pensiones Complementarias de magistrados y jueces jubilados. Como su nombre lo indica, no contempla ministras y a ministros de la Suprema Corte de Justicia…
Únicamente se enfoca a titulares de juzgados o tribunales de personas jubiladas, cuya edad promedio de jubilación es de 75 años, con un tiempo medio de servicio, a la institución, de más de 40 años.
Finalmente, hay dos instrumentos a los que les exhorto también a respaldar.
1.- En la esfera del Consejo de la Judicatura Federal.
Y el otro bajo el control del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Me refiero a los fideicomisos de apoyos médicos complementarios y de apoyo económico extraordinario para servidores públicos del Poder Judicial de la Federación, en los que no se contempla, repito, no se contempla servidores públicos de la Suprema Corte.
Por principio de cuentas, estos dos fideicomisos si bien se integran con presupuesto federal, también contienen cuotas ya donaciones de las mismas personas que integran al Poder Judicial…
Además, se utilizan para apoyar a las trabajadoras y trabajadores o a sus familias ante enfermedades cuando el padecimiento no sea cubierto por los seguros de gastos médicos mayores o cuando se agote la suma asegurada.
De este último, y para indemnizar a familiares de personas servidoras públicas, juezas y magistradas ante el fallecimiento de una trabajadora y trabajador.
Al extinguirlos estaríamos validando la disposición de un dinero que no fue brindado únicamente por el presupuesto federal, sino que contiene recursos aportados por las propias servidoras y servidores públicos y que además de servir, para el tema de salud, forma parte de las condiciones generales de trabajo de las y los trabajadores del Poder Judicial…
La posibilidad, como ahora, de que dos poderes de la Unión se coaliguen para intervenir directamente en la administración interna de un tercero poder, no es un ejercicio republicando. Tampoco lo es la eliminación de los fideicomisos, pues como los he relatado, algunos contienen recursos de aportaciones de las y los trabajadores que forman parte de sus condiciones generales de trabajo.
A quienes estén por la eliminación de estos fideicomisos del Poder Judicial de la Federación, respetuosamente les llamaría a que dentro de la eliminación de fideicomisos continúe, por favor, y pueda continuar el Fondo de Apoyo a la Administración de Justicia y consideren la posibilidad de mantener el Fideicomiso de Apoyos Médicos Complementarios y de Apoyo Económico Extraordinario para los Servidores Públicos del Poder Judicial de la Federación, así como el Fideicomiso para el Mantenimiento de la Casa Habitación de magistrados y jueces y el Fideicomiso de Pensiones Complementarias de magistrados y jueces jubilados y contemple la posibilidad de ampliar los alcances del Fideicomiso para el Desarrollo de Infraestructura que implementa las reformas, en materia de justicia federal.
Defender estos fideicomisos adicionales es un tema de justicia, como también es un tema de justicia hacer un llamado al Poder Judicial de la Federación.
Por eso también desde esta tribuna quiero hacer un llamado a aquellos jueces, juezas, magistradas y magistrados para que privilegien el fondo sobre la forma en sus resoluciones y que sus criterios valoren siempre los derechos de la ciudadanía y el progreso de la nación.
Es decir, que favorezcan una justicia en la que las sentencias analicen los beneficios, ponderen derechos y en las que se dicten con un lenguaje sencillo, un lenguaje claro que las personas comprendan y que además la justicia sea expedita, completa y cercana al pueblo…
Debemos defender al Poder Judicial, pero el Poder Judicial también tiene que cambiar algunas cosas.
Por último, estoy convencida de que defender estos fideicomisos que están marcados para su extinción es defender a las trabajadoras y trabajadores del Poder Judicial de la Federación.
Por eso quiero concluir mi participación invitándolos a rescatar los fideicomisos que les he comentado, además del que ya venía avalado por la Colegisladora.
Hay momentos en la vida de las personas que son definitorios, para mí uno de esos momentos es hoy. Como Senadora de la República votaré en contra de que desaparezcan estos fideicomisos.
24/10/2023