La refinería Deer Park, la cual nació en un 50 por ciento en el sexenio del padre del neoliberalismo, Carlos Salinas de Gortari, ahora pasa a ser propiedad total del gobierno que preside Andrés Manuel López Obrador, padre de la 4-T, y quien este miércoles dijo que no cabe de felicidad por haber adquirido el otro 50 por ciento, a pesar de que desde el 2009 no recibe utilidades.

Pero fue Octavio Romero Oropeza, director general de Petróleos Mexicanos, Pemex, quien en la mañanera de este mismo día ofreció un panorama de lo que realmente compró el gobierno mexicano para reforzar, según lo presumen, la industria petrolera del país.

Aquí parte de todo lo que dijo el funcionario:

“A manera de recuento, diremos que en 1993 Pemex se asoció con Shell para adquirir la refinería de Deer Park, ubicada en Houston, Texas, llevándose a cabo, a partir de ese momento, inversiones necesarias para incrementar su capacidad de procesar crudo pesado y además se firmó un acuerdo de suministro de crudo maya a la refinería por 170 mil barriles diarios hasta el año 2023.

De esta manera, entre 1995 y 2001 se agregó a la refinería una planta de coquización con capacidad para 90 mil barriles por día. Durante ese periodo se incrementó paulatinamente el procesamiento del crudo maya hasta alcanzar 247 mil barriles diarios en 2003.

Estas inversiones permitieron obtener utilidades importantes en el periodo 2004-2008; sin embargo, a partir del 2009 y hasta la fecha, salvo algunos años en las que fueron marginales, prácticamente no se han recibido utilidades, no porque no las haya obtenido en la refinería, sino porque fueron reinvertidas en su modernización, mantenimiento y pago de deuda.

La refinería de Deer Park tiene una capacidad para procesar 340 mil barriles diarios y una configuración compleja. De acuerdo con la firma internacional Salomon, es un índice de complejidad del 12.1.

Para ejemplificar lo anterior, decir que el índice promedio de complejidad tecnológica del Sistema Nacional de Refinación en México es de 9.3, de tal forma que Deer Park tiene una capacidad de conversión profunda y su rendimiento de combustóleo es muy bajo, tendiente a cero; produce alrededor de 110 mil barriles por día de gasolina, 90 mil de diésel y 25 mil barriles de turbosina, además de otros productos.

Cabe señalar que en los últimos años Deer Park ha tenido una utilización por arriba del 80 por ciento y una disponibilidad operativa por arriba del 95 por ciento, lo que significa un bajo porcentaje de paros no programados.

Una de las razones por las que la refinería alcanza estas cifras son las inversiones que se han realizado en su mantenimiento. Como resultado de este nivel de utilización, la refinería ha producido por arriba de los 300 mil barriles por día de combustibles en los últimos 19 años.

De 2002 hasta 2020 la producción de petrolíferos está por encima de los 300 mil barriles. Año con año el porcentaje de utilización de la refinería, es un porcentaje de utilización muy constante.

Con el incremento en la última década de la producción de crudo ligero en el oeste de Texas, la refinería Deer Park tiene acceso a un suministro de todo tipo de crudos, con mejores ganancias por su ubicación geoestratégica, ya que se encuentra ubicada en la zona conocida como la capital mundial de la refinación.

La adquisición del 50.005 por ciento de participación de Shell en la refinería será un paso muy importante para el cumplimiento de la meta de autosuficiencia en la producción de combustibles planteada por el presidente de la República. Tomar la operación de la refinería permitirá dirigir su producción de gasolina, diésel y turbosina para satisfacer la demanda de nuestro país”.

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