A pesar del número de escuelas y facultades de enfermería en nuestro país (aproximadamente 750, la mayoría privadas), únicamente cinco por ciento están acreditadas, es decir, cuentan con estándares de calidad en su enseñanza, como la Facultad de Enfermería y Obstetricia (FENO) de la UNAM.

Esta situación es preocupante, considera la directora de la entidad, Rosa Amarilis Zárate Grajales. Se trata de “una deuda que tenemos en México y otros países: lograr que esas instituciones educativas tengan credenciales para el otorgamiento de una educación de calidad, así como de títulos profesionales”.

En entrevista, precisa que en nuestra nación hay más de 350 mil enfermeras y enfermeros, 60 por ciento profesionales y 40 por ciento de niveles técnicos y auxiliares.

Esa cantidad no alcanza para cubrir las necesidades de la población de alrededor de 130 millones de mexicanas y mexicanos, lo que significa que hay aproximadamente 2.6 enfermeras y enfermeros por cada mil habitantes. Lo deseable es tener, como sucede en otras naciones de tasa media económica, 7 u 8, al igual que ocurre en Chile.

En el caso de personas especialistas, solo hay una por cada nueve generalistas, es decir, existe gran necesidad de expertas y expertos en el campo de la salud pública y mental, en cuidados paliativos, en la atención del embarazo, parto y puerperio, etcétera. “Eso pone aún más en jaque la calidad de la atención en salud”, alerta con motivo del Día Internacional de la Enfermería, que se celebra hoy 12 de mayo.

Déficit

El más reciente informe sobre la “Situación de la Enfermería en el Mundo 2020” señala que hay aproximadamente 28 millones de profesionales o personas que se dedican a esta actividad, distribuidos en aproximadamente 191 países.

Incluye a más de 19 millones de profesionales, seis millones de auxiliares, es decir, personas que apoyan al cuidado, pero carecen de título o cédula profesional; y el resto que dicen llevar a cabo enfermería en general. Del total, cerca de nueve millones y medio se encuentran en la región de las américas, de Canadá a la Patagonia.

Por supuesto, dice la especialista, hay un déficit mundial de aproximadamente 6.6 millones; casi 90 por ciento de ellos se necesitan en los países de ingresos bajos y medios. La mayor escasez se concentra en África, y algunas partes de Asia y de América Latina.

A pesar de que las enfermeras y enfermeros representan la mitad de los trabajadores en los sistemas de salud, “no hemos crecido al ritmo, que quisiéramos”, subraya.

De acuerdo con datos del Consejo Internacional de Enfermeras, a fin de subsanar esa carencia para 2030 se debería incrementar la matrícula y el egreso de manera sostenida en ocho por ciento anual, y que esas nuevas generaciones se sumen al mercado laboral. En la UNAM tenemos una matrícula que se eleva anualmente de 7 a 10 por ciento, y egresan de mil a mil 200 personas por año, recalca Zárate Grajales.

No obstante, el ritmo al que el mercado laboral se mueve es menor y los egresados deben contratarse con salarios por debajo de un profesionista, con precarización, sin seguridad social, etcétera. Eso ocasiona que los jóvenes quieran irse a otros países, o que haya migración dentro del territorio nacional hacia las grandes ciudades para obtener un empleo.

Los puestos de trabajo que más han crecido son en instituciones privadas, lo que no sucede en las públicas por razones de índole presupuestal. “El sistema de salud no ha invertido lo suficiente en generar más plazas y mejores condiciones laborales para la enfermería, hay subempleo y enfermeras que realizan funciones muy por debajo de su nivel de formación”, enfatiza la universitaria.

Esta situación motiva que quieran dedicarse a otra actividad, o bien trasladarse a naciones como Alemania e Italia. “El continente europeo está mirando a la enfermería mexicana y está solicitando un buen número de profesionales para trabajar allá”. Si México no hace algo por retenerlos, sobre todo a los mejores, se irán; ese es un gran reto para la nación.

El Consejo Internacional de Enfermeras ha planteado la importancia de invertir en esta profesión en materia de educación, empleo y liderazgo. Todas las naciones deberían estar haciendo algo al respecto porque ello tiene una tasa de retorno económico importante, es decir, comunidades y países más sanos, que sepan autocuidar su salud y prevenir enfermedades; contar con poblaciones que trabajan mejor y son más productivas, detalla Zárate Grajales.

Futuro universitario

La UNAM, afirma, ha estado a la vanguardia de la enseñanza de la enfermería en el país. Con el compromiso de haberse transformado en Facultad hace un año, en la actualidad la FENO tiene el objetivo de continuar con la mejora de la calidad de la enseñanza que imparte.

Hace 20 años, recuerda, del total de personas dedicadas a esta actividad éramos 40 por ciento licenciados y ahora somos 60 por ciento; gran parte de ese logro ha sido gracias a los esfuerzos de la Universidad Nacional por profesionalizar la enfermería.

De acuerdo con la universitaria, en esta entidad académica se proyecta fortalecer y ampliar la matrícula del posgrado, con mayor número de sedes de la especialización y de la maestría, además de consolidar a la primera generación de doctorado con excelentes investigaciones.

El dominio de un segundo idioma, formación integral que incluya cultura amplia y utilización de la evidencia científica para la práctica profesional, son elementos que se fortalecen en los alumnos, abunda.

La Facultad enfrenta el reto de fortalecer las competencias de su alumnado y de los pasantes para integrarse mejor a los nuevos modelos de atención, los cuales consideran un rol ampliado de la enfermería profesional con mayor autonomía de gestión, de toma de decisiones y donde también puedan recetar a los pacientes.

Además del reforzamiento de la farmacología, se mejora la formación para la atención obstétrica de bajo riesgo porque “seguramente en breve tendremos una norma oficial que permitirá la atención de la salud reproductiva de las mujeres desde la etapa preconcepcional hasta el climaterio, pasando por el embarazo, el parto, el puerperio y la salud sexual”, puntualiza.

El Día Internacional de la Enfermería se celebra el 12 de mayo, fecha de nacimiento de Florencia Nightingale, considerada la creadora de la enfermería moderna y cuyo legado permanece hasta nuestros días, rememora Zárate Grajales.

Para celebrarlo, concluye, hay que tener presente que la enfermería profesional es una disciplina que acompaña a las personas en los momentos más importantes, desde el nacimiento hasta la muerte, y que la carrera se ha posicionado entre las de más alta demanda en la Universidad.

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