*Visión humanista en caso de migrantes
Se debe reconocer la dimensión humanista de la migración, más que un tema exclusivamente de seguridad nacional o un enfoque policiaco.
Una visión humanista nos obliga a atender el problema a partir del reconocimiento y goce de los derechos fundamentales, más aún cuando se trata de niñas, niños y adolescentes migrantes no acompañados.
El Instituto Nacional de Migración estima que cada año, alrededor de 40 mil niños y niñas que migran son repatriados desde Estados Unidos a México, de los cuales 18 mil viajan solos.
Al mismo tiempo, en el 2007, 5 mil 771 niñas y niños centroamericanos fueron repatriados desde México a sus países de origen (entre ellos se encuentran Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua).
Exhortaron a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) a elaborar un informe especial sobre el estado que guardan los derechos humanos de las niñas, niños y adolescentes migrantes no acompañados que viajan por el territorio nacional en su destino hacia la frontera con los Estados Unidos de América.
Nos pronunciamos por elaborar, planificar y ejecutar una política integral que dé respuesta a este complejo tema; en tal sentido, aseguraron que resulta necesario elaborar un diagnóstico claro, preciso y exacto que marque el panorama puntual en el que se encuentra el problema de la migración infantil.
Los datos, estadísticas, análisis, investigación y propuestas concretas que señalen las deficiencias y debilidades “en las que hemos incurrido como Estado mexicano, serán de utilidad para que las y los niños migrantes no acompañados puedan ser atendidos con prontitud y con ello garantizar la plena vigencia de sus derechos humanos.
Más que una ley para eliminar la migración infantil, se necesita la voluntad conjunta de todos los actores políticos para encaminar una política integral que sea eficaz y brinde los resultados que la comunidad internacional espera recibir de quienes tenemos que ver en esta crisis.