*Necesario replantear modelo energético
La expropiación petrolera representó uno de los acontecimientos fundamentales para la construcción del México contemporáneo.
Por ello, a 78 años de este acontecimiento, debemos reivindicar los postulados de la defensa de la soberanía nacional que se nos heredó como uno de los legados más preciados al pueblo mexicano.
Tenemos que defender nuestros recursos, pero también asumir el compromiso de transformar una industria que se encuentra estancada hacia una más fuerte y competitiva.
Ello, a fin de garantizar nuestra soberanía en materia energética, pero con responsabilidad, a través de tecnologías limpias y sustentables.
Hoy, como hace 78 años, estamos ante una disyuntiva. Mientras el mundo se mueve hacia una transición energética basada en las energías renovables, México continua dependiendo de los hidrocarburos y combustibles fósiles.
La historia debe servir para orientar las decisiones que hoy tenemos que tomar, para alcanzar el bienestar social de la ciudadanía.
Tenemos la convicción de que los tiempos son propicios para transitar hacia nuevos modelos basados en la sustentabilidad, y de que Petróleos Mexicanos sea la empresa eficaz, transparente y competitiva que requiere el desarrollo sostenible de nuestro país.
La dependencia excesiva de los ingresos petroleros nos hace particularmente vulnerables ante la caída de los niveles de producción y el desplome de los precios.
Asimismo, los efectos negativos sobre la ecología nos hace replantearnos la necesidad de transitar hacia nuevos modelos basados en la generación de energías renovables, limpias y amigables en el medio ambiente.
Hoy, como en 1938, es un momento decisivo para que México garantice su seguridad energética a largo plazo, con sustentabilidad, competitividad y propiciando el bienestar de las futuras generaciones.