*México está convertido en fábrica de pobres
México se ha convertido en una “fábrica de pobres”, ya que el poder adquisitivo ha registrado una caída de 77.79 por ciento de 1987 al presente año, lo que significa que una familia sólo puede comprar 34 por ciento de los productos de la canasta básica recomendables con un salario mínimo.
Por ello destacamos la necesidad de que el secretario de Economía (SE), Ildefonso Guajardo Villarreal, promueva acciones precautorias que eviten incrementos indebidos en los precios finales de los artículos que conforman dicha canasta.
También llamamos a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) para que intensifique la vigilancia a los comercios, a fin de que se respeten los precios máximos autorizados, en defensa de los derechos de los consumidores.
Una canasta de 40 productos recomendables para la alimentación, elaborada por el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición, registró un valor de 195.3 pesos en supermercados; en mercados públicos, de 186.3 y en tianguis o mercados sobre ruedas de 172.4 pesos.
Sin embargo, el salario mínimo vigente de 67.29 pesos diarios no alcanza para adquirir alimentos nutricionalmente recomendados; para lograrlo, dijo, tendría que ser de 184.96 pesos, es decir, habría que aumentar 117.67 pesos al día.
Pese al incremento del salario mínimo a fines del año pasado para establecerlo en 67.29 pesos diarios, “las posibilidades adquisitivas con esa cantidad son casi nulas, pues el aumento inflacionario se encuentra en 59.41 pesos.
Con 67.29 pesos al día apenas se pueden comprar dos boletos del Metro, un kilo de tortilla y dos de azúcar, un litro de leche y una lata de atún.
Al cierre del primer cuatrimestre de este año, un salario mínimo permitía comprar 5.3 kilos de tortilla, nivel que prácticamente no ha cambiado desde 2007, pero sí es el más bajo desde 1984, cuando las familias podían adquirir casi 32 kilogramos del súper básico por la misma cantidad de dinero.
A raíz de las alzas de precios, las familias con menores ingresos han dejado de comprar con la misma frecuencia, adquiriendo productos de baja calidad; actualmente, una familia con ingresos de dos salarios mínimos al día apenas puede consumir carne dos veces a la semana.
Los trabajadores compran cada vez menos, debido a la política pública para contener y regular los salarios con topes de no más del 4 por ciento anual en promedio, situación en la que se encuentran 10 millones 349 mil trabajadores que no rebasan los dos salarios mínimos al día, por lo que “no tienen acceso a alimentos de calidad.
Los efectos de la reforma fiscal al inicio de este 2014 impactó en 4.63 por ciento el índice inflacionario tan sólo en la primera quincena de enero.
Las alzas mensuales en gasolinas conjugan una inestabilidad en precios, que sumada a las fluctuaciones del ingreso y el empleo “no auguran nada bueno para las familias con menos ingresos.
En los últimos ocho años se han registrado alzas de precios que han provocado graves pérdidas y una notable reducción en el poder adquisitivo, por lo que el incremento al salario mínimo es inexistente si se compara con el aumento de los precios de los productos de la canasta básica.