*Avances para erradicar la tortura en México
El dolor es un mecanismo de protección del mecanismo humano para advertir que hay una amenaza en sus integridad, pero el dolor inflingido intencionalmente por un ser humano a otro con el fin de obtener algo a cambio o simplemente generar sufrimiento es el horror más grande que puede haber en este mundo, no solamente ataca directamente a la integridad sino que viola y toca las más sensibles fibras de algo mucho más que en lo físico, ataca en su esencia la dignidad de la persona humana.
De acuerdo con nuestra norma fundamental, en el Estado mexicano se encuentra prohibida la tortura y cualquier violación a dicho mandato debe de ser sancionada severamente por nuestra legislación penal, es así como nuestro país establece la obligación a las autoridades mexicanas de respetar la dignidad de las personas, prohibiendo la comisión de cualquier conducta que dañe la integridad de una persona y dañe lo previsto y afecte lo previsto en los tratados internacionales en los que México es parte.
Hay muchos tratados al respecto, destacan el tratado de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el Pacto de los Derechos Civiles y Políticos, la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura. En México la ley que sanciona la tortura fue publicada en el año de 1991 y reformada por última vez en enero del 94.
Dicho lo anterior, celebramos la aprobación de este dictamen porque se actualiza su contenido, sobre todo, en el entorno, en donde ahora nos encontramos, en donde hay Estado de fuerza en grandes partes de nuestro territorio, por ello fue necesario la actualización del marco jurídico que regula la vigilancia y protección de los derechos humanos en nuestro país, en el tema de la tortura.