El Ministro Fernando Franco González Salas reconoció que el crimen organizado, la corrupción y la impunidad tienen agraviada a la sociedad mexicana, que ha perdido la confianza en sus instituciones, e hizo un llamado a los juzgadores federales a recuperarla con resoluciones sólidas, sustentadas en la ley y valientes frente a las amenazas y las intimidaciones.

En sesión solemne conjunta de Plenos, en la que el Ministro Luis María Aguilar Morales, presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y del Consejo de la Judicatura Federal (CJF), tomó protesta a 66 Jueces de Distrito Especializados en el Nuevo Proceso Penal Acusatorio, les recordó que para ser juez no se requieren sólo los conocimientos jurídicos, sino también ser sensibles al contexto en que se vive.

“No se puede perder de vista que nuestro país atraviesa por una etapa, ya prolongada, de violencia e inseguridad, generada por fenómenos criminales nacionales y globalizados que nos laceran, en especial el del crimen organizado dedicado al narcotráfico a la trata de personas, al tráfico de armas, secuestro y extorsión”, destacó.

A esos fenómenos delictivos, se suman el de la corrupción y el de su asociado más pernicioso, que es la impunidad “de lo que también debemos reconocer no somos del todo ajenos”, dijo el Ministro Franco González Salas a los juzgadores, quienes recibieron del Ministro Presidente las credenciales y los distintivos que los acreditan en su nuevo encargo.

“Para enfrentar esos fenómenos, y recuperar la confianza, en lo que nos corresponde, se requiere que las conductas de los jueces, en lo público y en lo privado, sean escrupulosamente públicas; que sus decisiones estén sólidamente argumentadas y sustentadas en la Constitución y en las leyes, así como –no en pocas ocasiones– valientes, de cara a amenazas e intimidaciones”, exhortó.

Destacó que, a cinco meses de que se cumpla el plazo fijado en la reforma constitucional de 2008 para la entrada en vigor en todo el país del nuevo sistema de justicia penal, el próximo 18 de junio, el Consejo de la Judicatura Federal ha hecho un enorme esfuerzo para contar con toda la infraestructura humana, material y presupuestal, lista y funcionando en su integridad para esa fecha.

“Hoy se está acreditando que nos encontramos en la ruta de cumplimiento, en tiempo y forma, de ese compromiso”, aseguró el Ministro Franco González Salas.

Enfatizó que serán los juzgadores especializados en el nuevo proceso penal quienes enfrentarán el reto de hacer eficaz ese nuevo sistema a nivel federal en toda la República, en el complicado contexto que vive el país.

“Ese es el tamaño de la responsabilidad que han asumido señoras y señores jueces, y es la dimensión del tamaño de la responsabilidad que, en conjunto, como Poder Judicial Federal, nos corresponde enfrentar”, expresó.

El Ministro Franco afirmó que todo el Poder Judicial de la Federación (PJF) está convencido de que los nuevos juzgadores sabrán aplicar todos sus conocimientos y capacidades para garantizar, en todos los procedimientos que participen, que los inocentes sean protegidos, los culpables no queden impunes, las víctimas y ofendidos sean tratados con la dignidad que se merecen y se repare el daño causado.

La Consejera de la Judicatura Federal, Martha María del Carmen Hernández Álvarez, dio la bienvenida a los nuevos juzgadores y les comentó que en el antiguo náhuatl el vocablo para designar a los impartidores de justicia significa “aquél que con el bastón de mando define la realidad”.

“Este día todos ustedes también comenzarán a definir una nueva realidad del Poder Judicial de la Federación. De hecho, se integran al proyecto más importante que se haya realizado en los últimos 100 años en la historia del PJF la consolidación del nuevo sistema penal acusatorio en México”.

Este modelo, expuso la Consejera, trae consigo aires de renovación, pues se trata de un nuevo paradigma diseñado para impartir justicia con un perfil mucho más humano, cercano y transparente. “Desde esta nueva cultura jurídica, la impartición de la justicia debe ser eficaz e implacable, pero nunca violentando la dignidad de las personas”, precisó.

Hizo un reconocimiento especial a las juzgadoras, por dar una lección de vida a miles de niñas y jovencitas, en el sentido de que una mujer puede alcanzar, por sus propios méritos, alcanzar un alto cargo dentro del PJF.

A todos, les recordó que como impartidores de justicia están obligados a salvaguardar los derechos de los imputados y las víctimas, pero sin jamás conducirse de manera soberbia o déspota, pues son servidores públicos y la autoridad y los nombramientos que reciben hoy no deben ser considerados como parte de su patrimonio personal.

Su rendimiento y excelente desempeño será la moneda con que deberán pagar el alto compromiso que adquieren el día de hoy”, dijo.

La Consejera Hernández subrayó que, con sus nombramientos como juzgadores, la Nación les entrega también su confianza, y que ellos deberán recuperar lo que las desafortunadas y malas prácticas deterioraron con el paso de los años, haciendo deslucir la digna labor de la impartición de justicia.

“Deberán acabar con la vergüenza que a veces siente la sociedad civil por haber tenido fe y confianza en sus instituciones y en los servidores públicos que en algún momento los defraudaron de una o de otra manera”, manifestó.

Les recomendó ser firmes y duros con los problemas, pero a la vez sensibles y diáfanos con sus intenciones, pues su legitimidad radicará en la calidad de sus argumentos al emitir cualquier determinación y, sobre todo, al dictar una sentencia definitiva. Nadie debe sentirse sorprendido por sus decisiones, porque sólo hay justicia si hay confianza, aseveró.

También les alertó sobre los riesgos de la delincuencia organizada, que “busca infiltrarse en instituciones como la nuestra”, y les pidió mantenerse firmes y resistir cualquier tentación de alejarse de los principios que rigen la función jurisdiccional, “pues el peligro de aún nuestro más caro afecto o interés personal no puede estar por encima del papel al que nos hemos comprometido cuando protestamos el cargo, y es servir a la sociedad y a nuestra nación por encima de todo y de todos”.