*Tenemos mucho que aprender de Alemania
México tiene mucho que aprender sobre la experiencia de reunificación de Alemania, en cuanto a la idea de que el Estado puede, desde su capacidad institucional, reconciliar regiones, minimizar diferencias y superar brechas.
También sobre una reconfiguración del federalismo, de las capacidades estatales y de las obligaciones ciudadanas, porque así puede --y así lo demostró Alemania-- devenir una nación más próspera, unida, fuerte y llena de esperanza.
Esta nación europea ha puesto un ejemplo a la comunidad internacional, por la ayuda que ha dado a los refugiados de Oriente Medio, especialmente a los procedentes de Siria.
La disparidad regional sólo puede atajarse desde el esfuerzo consciente de que el Estado tiene la obligación de garantizar a todos los mismos derechos y un futuro en igualdad de condiciones.
En ese sentido México debe aprender de Alemania, incluido su sistema educativo, sus grandes esquemas productivos, su sistema político y a sus estrictos castigos a la corrupción.
Desde el inicio de la reunificación, y con la integración europea de contexto, Alemania se empeñó en igualar las condiciones económicas y sociales entre sus partes; la reunificación se entendió como una tarea más trascendente que la ampliación de la República Federal al terreno oriental; y esto le daría un espacio central a Alemania, que hoy es indiscutible.