De acuerdo con el investigador del Herbario de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), en México existen más de mil 250 especies de orquídeas y 168 géneros, la mayoría se encuentra en Chiapas, el estado con mayor diversidad de estas plantas del país, con 722 especies.
Para saber si una especie es nueva, se requiere como primer paso encontrar los ejemplares, en este caso de orquídeas, las cuales se fotografían para después compararlas con las especies ya conocidas que se concentran en las colecciones de herbarios, donde se conservan plantas disecadas para su estudio.
“Fue en ese proceso de análisis que encontramos tres especies que no coincidían con las ya conocidas, entonces una vez que las comparamos se identificaron como nuevas, después las describimos ampliamente para explicar cuáles son las diferencias con las especies más cercanas”, explicó Beutelspacher, miembro de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).
Los hallazgos se publicaron en la revista de ciencias Lacandonia de la Unicach, de la cual Beutelspacher es editor. También se incluyeron en el libro Las orquídeas de Chiapas, una obra de 730 páginas pendiente de publicarse, en el que el especialista incluyó ilustraciones de cada ejemplar, fotografías, mapas de distribución y su descripción.
“Estamos tratando de ver si el gobierno del estado de Chiapas lo publica ya que es una obra costosa pero muy necesaria e inédita, sin antecedentes similares en otro estado del país”, dijo.
La historia detrás de los hallazgos
En el año de 1998 el doctor en ciencias fue invitado a dirigir el Instituto de Historia Natural de Chiapas, tras aceptar la oferta decidió jubilarse como investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México —en ese entonces estaba adscrito al Instituto de Biología—, para regresar a vivir a su estado natal. Estando allá, se centró en el estudio de las plantas de las familias Bromeliaceae y Orquidaceae, por lo que su trabajo ha consistido en recorrer la entidad con sus propios recursos, buscando documentar la flora, que como en el resto del país, padece de una pérdida acelerada de biodiversidad.
“Hemos recorrido gran parte del estado, subido cerros, bajado cañadas… todo para fotografiar, tomar material y estudiarlo. En Chiapas nos queda un 25% aproximadamente de la vegetación original, lo demás es potrero o son cultivos. Es una pena que estemos inmersos en ese proceso brutal de degradación de la naturaleza”, expresó Beutelspacher, quien no duda que existan más orquídeas totalmente desconocidas en los recovecos que aún no han sido explorados de Chiapas.
Con el objetivo de crear una conciencia en la sociedad respecto a la riqueza biológica y en especial de la gran diversidad de orquídeas que existen en Chiapas, el científico ha dedicado sus últimos libros a ese tema con títulos como Guía de orquídeas de Chiapas (con instrucciones para cultivarlas y conservarlas), publicado por la Unicach y el Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología en el Estado de Chiapas; Esplendor de las orquídeas de Chiapas, publicado por el Consejo Estatal para las Culturas y las Artes de Chiapas, y Las orquídeas de Chiapas (por publicarse).
Una polonización muy particular
El experto consideró que este grupo de plantas es el más evolucionado que existe porque tienen un mecanismo de polinización muy sofisticado que no se registra en otras especies: “Han desarrollado resortes, una serie de trampas y depósitos en forma de vaso donde la planta produce su propio líquido para que las abejas atraídas por el aroma lleguen ahí, caigan en el depósito y al tratar de escapar, la planta pegue al insecto las polínias, una especie de granos de polen que se adhieren a su espalda, para que este se las lleve y al llegar a otra flor se repita el proceso, permitiendo la fecundación cruzada”.
En el mundo hay registradas hasta 30 mil especies de orquídeas, pero de éstas se han producido alrededor de 200 mil variedades o híbridos — entre especies del mismo género o entre géneros distinto—, las que se han modificado para que las flores sean más grandes, de colores más llamativos y tengan mayor durabilidad, entre otros fines.
Sin embargo, el investigador Beutelspacher Baigts destacó que pese a esta gran variedad, el cultivo de la orquídea no es sencillo, ya que requiere de equipos y técnicas especiales de laboratorio, tarda hasta siete años en florecer y además, debe asociarse con un hongo en las primeras fases de su desarrollo para que pueda crecer; de ahí que su costo en el mercado sea más elevado que el de otras flores.
En México, la legislación vigente impide la reproducción de especies silvestres de orquídeas con fines comerciales. La Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010 incluye una lista de 190 especies de orquídeas, de las cuales 64 son endémicas, con estatus de amenazadas para su protección en sus ecosistemas.