En el inicio de la Cruzada Nacional contra el Hambre, el director general de Diconsa, Héctor Velasco Monroy, supervisó la estructura operativa con que cuenta la sucursal Metropolitana, ubicada en el Estado de México, una de las seis entidades donde opera la Cruzada, la cual atiende a dos millones de beneficiarios a través del Programa de Abasto Rural (PAR).
Para dar cobertura de abasto a dicha población, la sucursal cuenta con una flotilla de 130 vehículos, entre ellos, 45 camiones rabones, 65 vehículos de supervisión, seis tiendas móviles, seis tracto camiones, y ocho cajas remolque.
Asimismo, opera en la entidad ocho almacenes rurales y un central, ubicados estratégicamente en todo el estado para abastecer una red de mil 10 tiendas comunitarias mediante las cuales la población tiene acceso a alimentos de la canasta básica.
De ese total, 17 están fuera de su jurisdicción: tres en Guerrero –incluido en la Cruzada Nacional contra el Hambre; los otros son Oaxaca, Chiapas, Veracruz y Puebla- el mismo número en Michoacán, una en el Distrito Federal y ocho en Hidalgo, beneficiando a alrededor de dos millones de personas que viven en zonas rurales en condiciones de extrema pobreza.
Respecto a la capacidad operativa, en la sucursal Metropolitana se cuenta con mano de obra especializada, conformada por cuadrillas de 200 personas, y equipo técnico para armar 130 mil despensas en 30 días, es decir, un promedio de 4 mil 300 diarias.
Con ello, Diconsa es parte esencial en la operación de la Cruzada Nacional contra el Hambre, enfocada en su primera etapa, a una población objetivo de 7.4 millones de personas en 400 municipios del país.