Es una costumbre que los senadores de la República utilicen la llamada tribuna más alta del país para hablar de todos los males que aquejan al país, pero sobre todo, para resaltar el “trabajo parlamentario que hacen en beneficio del pueblo”…
Durante sus discursos, los legisladores hablan de injusticias, hambre, explotación y todo lo que se les ocurre para dejar “testimonio” de que se “preocupan” por los problemas que afectan a los diversos sectores de la sociedad a la que se deben… Pero vaya brutal demagogia de este puñado de “representantes del pueblo”, pues ahí, desde donde ofrecen discursos y aseguran estar en permanente defensa de quienes los llevaron al parlamento, se explota a los trabajadores, se les obliga a laborar dobles jornadas por el pago de un mísero salario mínimo y se les somete a la más cruel de las presiones que a todas luces disfrutan los jefes de departamento… Son muchas las quejas que llegan a nuestra redacción, pero solo por mencionar una de ellas, reseñamos lo que padeció alguien que llegó a laborar hace algunos días al Senado de la República, como todo los días… Pero en esa ocasión sufrió un accidente en el trayecto que paulatinamente acrecentó el dolor y lejos de tener apoyo de su jefe inmediato, ordenó que se le asignaran tareas más pesadas con el argumento de que se trataba de una maniobra para no trabajar… Este sector laboral está al servicio de la empresa denominada Fonatur, cuyo propietario ha sido favorecido por el Senado de la República con contratos anuales cercanos a los 40 millones de pesos… Esta empresa ofrece servicios de limpia y mantenimiento al organismo legislativo, crea empleos con pagos salariales mínimos, pero sin las aportaciones de las cuotas sociales más elementales como el IMSS, Afore e Infonavit… La crueldad e injusticia con que son tratados en el Senado de la República, ahí donde se habla de injusticia, hambre y explotación, es comentada por la mayoría de los colaboradores de los “representantes del pueblo”, algunos de los cuales se apiadan y organizan ayudas a las víctimas de esos empresarios que abusan de la necesidad de los trabajadores contratados por el sistema de outsorcing, ese que autorizan los “legisladores” para que se explote a la clase laboral del país, y que no es otra cosa que la moderna esclavitud nacional… ¿Para eso vota el pueblo?... Que quede para la reflexión…