A querer o no, el anuncio de la venta del periódico más influyente del mundo, El Washington Post, sacudió en México a uno que otro de los propietarios de medios impresos que se dicen “grandes”…
El argumento de ese poderoso medio norteamericano fue la impotencia de dar la batalla a los sistemas informativos por Internet, a los cuales considera una potencia con quien no pudo competir… A prender velitas, dicen por ahí…