La reforma a la ley de Telecomunicaciones que planchó y negoció directamente el presidente Enrique Peña Nieto sin tomar en cuenta a sus jilgueros priístas en el Congreso federal, tiene cosas históricas que difícilmente se cumplirán en la realidad…
El documento prevé generar condiciones para incrementar sustantivamente la infraestructura y hacer más eficiente su uso, con la disminución de precios y aumento en la calidad de los servicios… Además eliminará las barreras a la competencia y la libre concurrencia y se deberá prevenir y evitar monopolios, prácticas monopólicas o concentraciones… ¿Se cumplirá?... Ya veremos…