El jueves pasado el presidente Enrique Peña Nieto recibió quejas del nuevo presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana, Coparmex, Gustavo de Hoyos, quien le pidió trabajar para que se eliminen los vergonzosos niveles de corrupción que caracterizan a la administración pública…
Esto motivó al inquilino de Los Pinos, quien respondió al líder de los empresarios que no solo en el Gobierno hay corruptos, pues, aseguró, también los hay en la iniciativa privada y acusó que a veces van de mano para hacer jugosos negocios al margen de la ley… Este enfrentamiento, lejos de ventilar ante la opinión pública aires de limpieza nacional, lo único que confirmó fue la percepción internacional de que México es un país de corruptos… ¿O no?... Que quede para la reflexión…