Lo ocurrido en Chihuahua, Michoacán, Estado de México, Tamaulipas, Coahuila y Guerrero está sembrando un peligroso descrédito, interno y externo, en el sector político del país…
Y la pregunta de cada vez más mexicanos es: ¿Cuántos ediles que se encuentran en funciones trabajan a las órdenes del crimen organizado?... En este contexto, los ciudadanos tendrán que convertirse en detectives en el proceso electoral del 2015, para detectar si al votar lo hacen por un político o un narcotraficante… Vaya histórico escenario… ¿O no?....