Al experimentado político, pero dinosaurio priísta Carlos Jiménez Macías, le está lloviendo duro en su milpita por la inconformidad que ha sembrado entre la comunidad mexicana radicada en Chicago, Estados Unidos...

Como se sabe, este eterno frustrado aspirante a la gubernatura de su natal San Luis Potosí recién fue enviado al consulado mexicano en Chicago, nombramiento que fue otorgado por el presidente Enrique Peña Nieto y aprobado sin chistar por el Senado de la República... Sin embargo, su trabajo diplomático es escandalosamente desastroso y no tarda en salir a la palestra un asunto que está llamando la atención de Los Pinos, donde no se descarta que podría ser removido para mandarlo a la embajada de México en Siberia... Así de delicadas están las cosas en ese consulado... Vaya pues...