Con mucha discreción, algunos diputados federales y senadores de la República de la naciente 62 Legislatura están ordenando minuciosa revisión de sus oficinas asignadas, con el propósito de asegurarse que estén limpias de micrófonos y cámaras ocultas…
Por el momento son pocos los nuevos legisladores federales preocupados porque no sean espiados ni filmados clandestinamente, pero se sabe que paulatinamente se siembra la inquietud entre los 628 “representantes populares”… Vaya prestigio que tiene el Poder Legislativo en México… ¿O no?...