Todo ocurrió el jueves pasado26 de noviembre, cuando un grupo de senadores panistas y perredistas discutían acalorados y hasta violentos un procedimiento legislativo sobre el apagón analógico…
Las cosas se calentaron tanto, que el líder de los senadores perredistas, Miguel Barbosa Huerta, soltó a grito abierto la sospecha de que Arturo Garita Alonso, director general de Servicios Parlamentarios del Senado de la República, estaba operando para los panistas… “Cómo le hacen Garita”, exclamó con fuerza el coordinador de los senadores aztecas y aun que el funcionario legislativo estaba presente, enmudeció… pero más adelante otro senador perredista, Fidel Demédecis Hidalgo, lanzó la advertencia: “Pues hay que ver qué hacemos con Garita”… Aparentemente las cosas quedaron ahí porque no ocurrió más nada para el alto e influyente funcionario del Senado… ¡Ah!, pero esto fue más que asimilado por algunos trabajadores sindicalizados del órganos parlamentario, quienes comienzan a filtrar la especie de que los perredistas quieren hacer algo por Garita: “No aguanta una auditoría completa, desde su llegada al Senado”, se escuchó decir a un empleado a un senador… Las cosas, pues, se pueden poner interesantes…