Desde la matanza de 1968, el PRI aprendió la lección, recurrir a la tolerancia y la cooptación de cuadros opositores…
Pero en su memoria permanece la necesidad de que ejercer controles, como forma de consolidar su proyecto político… Así las cosas, quien se niegue a pactar será nulificado con la ayuda de los medios de comunicación que, vale decirlo de paso, festejan el regreso del PRI como “vampiros” que están listos para cobrar su jubilación por los servicios prestados a la nación… Sin embargo, México no puede conformarse con el hecho de que exista gobernabilidad sin legitimidad… Y si no, al tiempo…