A partir de que se conoció que Jonás Larrazábal, hermano del presidente municipal de Monterrey, estado de Nuevo León, vende quesos oaxaqueños en los casinos, en el mundillo político se puso de moda el consumo de esos productos…
Como se sabe, a ese personaje panista se le sorprendió recibiendo dinero en el interior de los casinos de aquella entidad y para justificar la dádiva aseguró que vende quesos oaxaqueños a los propietarios de esas casas de juego… Obviamente que ningún político, y mucho menos el presidente Felipe Calderón le creyó y a manera de sorna le mandaron decir que no es queso oaxaqueño, sino ¡qué soborno!... Así sin ellos… ¿O no?...