El gobernador de Oaxaca, Gabino Cué, tiene bajo investigación a toda la administración de su antecesor priísta Ulises Ruíz y ya han sido reportados varios actos de corrupción que a la fecha ascienden a más de 3 mil 500 millones de pesos…

Pero todavía hay más de treinta auditorías en proceso y aunque aparentemente Ulises Ruiz se las puso fácil, se vio previsor y antes de dejar la gubernatura modificó las leyes locales para que el peculado, la desviación de recursos públicos y otros delitos vinculados con la corrupción, no fueran delitos graves y al mismo tiempo redujo los tiempos de prescripción... Vaya forma de proteger sus tropelías… ¿Podrá Gabino hacer justicia a las arcas públicas de los oaxaqueños?... Se ve difícil…