En diciembre pasado, el propietario del periódico Diario de México, Federico Bracamontes Baz, lanzó la siguiente advertencia: “Funcionario que no nos dé publicidad, se tendrá que atener a las consecuencias, porque le vamos a pegar hasta doblegarlo”…
Bueno, pues ahora, con el triunfo del priísta Enrique Peña Nieto, este empresario refrendó entre sus allegados la advertencia, con el argumento de que el ya casi presidente electo es muy amigo de su familia y se desvive por recordar que su abuelo, el prestigiado ex gobernador del Estado de México, don Gustavo Baz Prada, ya desparecido, goza de cabal prestigio en esa entidad… Dicen que son palabras más, palabras menos que expresa con marcada pedantería Bracamontes Baz, cuando alguien le advierte que tiene que cumplir con la ley y pagar las cuotas sociales que desde hace más de 20 años evade ese periódico, delito por el que está demandado ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje… La pregunta es si Peña Nieto seguirá prolongando la impunidad laboral con que se ha caracterizado este corporativo empresarial… Por cierto, pronto aflorará otro escándalo de evasión fiscal en que incurren los Bracamontes Baz, por los jugosos negocios que tienen en Nueva York y Chicago, Estados Unidos, y que operan desde la ciudad de México… ¿Esto lo sabrá Peña Nieto?... Ya veremos…