Qué vueltas da la vida… Cuando el panista Adalberto Madero Quiroga era senador de la República, en la 58 Legislatura, intentó gestionar ante la mesa directiva del órgano parlamentario que no se dejara entrar al salón de sesiones a los reporteros, porque “huelen mal”…
Años después este mismo personaje logró llegar a la presidencia municipal de Monterrey, estado de Nuevo León, donde la prepotencia fue el sello de su gobierno… Ahora, descubierto en las fechorías que lo hicieron inmensamente rico, se encuentra detenido en una cárcel de aquella entidad, oliendo el estiércol de lo corrupto de su actuación… Qué vueltas da la vida… ¿O no?...