Es tanta la incomodidad y pestilencia que prevalece en el flamante “nuevo” edificio del Senado de la República, que cada vez se escuchan más voces decir: vámonos a Xicoténcatl…
Casi nadie sabe que esta obra sufrirá retrasos en los tiempos originales de su construcción, por las tranzas de los entonces senadores Enrique Jackson Ramírez, del PRI y Diego Fernández de Cevallos, del PAN, quienes privilegiaron otro financiamiento de índole político, en lugar de continuar con la planeación financiera original del proyecto para la nueva sede senatorial… Y si a esto se suma que el actual senador priísta Manlio Fabio Beltrones se aferró a que el edificio se “estrenara” durante su liderazgo camaral para pasar a la historia con ese “privilegio”, pues ahí están las nefastas consecuencias… Cuestión de echarle un ojo a la historia del fideicomiso que construyó el entonces senador Miguel Alemán para invertir los recursos destinados a la nueva sede senatorial, para confirmar que este proyecto solo sirvió para los jugosos negocios que acostumbran los políticos…