De que en la delegación Cuauhtémoc, centro del Distrito Federal, hubo brutal saqueo que enriqueció a manos llenas al delegado perredista de esa demarcación Alejandro Fernández y su grupo de ladrones, lo hubo… 

Y de que el estado de Nuevo León que gobernó el priísta Rodrigo Medina también fue saqueado por este mandatario estatal y su familia, lo fue… Por ello, en el primer caso, el morenista Ricardo Monreal Ávila no se cansa de jurar que una vez que tome posesión de delegado en Cuauhtémoc, el primero de octubre, comenzarán las denuncias de lo que ya tiene debidamente acreditado como millonario faltante en las arcas del perímetro… Y lo mismo ocurre con el gobernador independiente que está por tomar las riendas del estado de Nuevo León, el independiente Jaime Rodríguez Calderón, quien incluso acaba de declarar que quien se haya llevado el dinero de las arcas públicas, será castigado, ya sea el propio Medina o su familia… ¿Cumplirán?... Se cruzan apuestas, porque de que hay pruebas contundentes de los saqueos en ambos territorios, las hay y de no ocurrir nada, pues tanto Monreal como el Bronco serán puras lenguas flojas, como todo político desgastado y repudiado… ¿O no?...