No extrañó que la fracción del PRD en la Cámara de Diputados rechazara la iniciativa preferente del presidente Felipe Calderón de una reforma laboral…
El diputado federal Silvano Aureoles propuso dedicar cinco días de esta semana para discutirla, para hacer tortuguismo y que se venciera el plazo en que la Cámara debe votarla por mandato constitucional… Sugirió interponer ante la Suprema Corte una controversia constitucional para que eche abajo esa iniciativa preferente, en una salida sin sentido, pues para cuando el máximo tribunal emita su fallo, ya la iniciativa deberá haber sido aprobada o rechazada… Todo indica que la reforma será aprobada sin democratizar la elección de los líderes ni exigirles informar del manejo de las cuotas de los trabajadores… Seguirán, pues, tronando los chicharrones de los caciques sindicales…