Apenas se posicionó en la silla de líder nacional del PRI, el coahuilense Humberto Moreira Valdés organizó la fiesta política en su muy particular estilo norteño…
Llegó muy entrón, se pasó de hablador retando a todos sus adversarios políticos, panistas principalmente y hasta emuló al tabasqueño Andrés Manuel López Obrador con aquello de reunirse todos los lunes por la mañana con los reporteros de la “fuente”… Bueno, hasta firmó contrato con un distribuidor de tacos de canasta para ofrecerlos a los periodistas al término de la conferencia de prensa… En ese lapso, el dirigente nacional del tricolor habló de todo y contra todos los que arremetían contra su persona y partido… Pero pronto su rijosa postura se apagó y ahora no sólo suspendió la conferencia semanal, sino que se esconde de los reporteros y cuando algún conductor de noticieros logra contactarlo, le advierte que del caso de su ex colaborador –y sospechoso de prestanombres- Vicente Chaires Yáñez, no hablará hasta que se aclare la investigación por enriquecimiento inexplicable que está en proceso… “¿Pos no que muy muy?”… Le mandan decir en corto algunos panistas…