El PRI se autoconstruyó un escenario de informidades internas que le pueden repercutir en el resultado de las elecciones presidenciales y, a querer o no, ponen en peligro la delantera que lleva su candidato presidencial Enrique Peña Nieto…

 

De no conciliar ánimos entre sus huestes, los estrategas priístas podrían tener desagradables sorpresas la noche del primero de julio próximo, en estados como Oaxaca, Puebla, Veracruz, estado de México, Tlaxcala, Guanajuato, Coahuila, Chihuahua, Tabasco, Chiapas y el Distrito Federal… Ahí hay notorios enfados de tricolores por la imposición de candidaturas a diputados federales, locales, asambleístas, jefes delegaciones, y presidentes municipales… Nadie duda que Peña Nieto sigue adelante en las encuestas que se dicen serias, pero todavía faltan cuatro meses para las elecciones y muchas cosas pueden cambiar si los ánimos de la ciudadanía se dilapidan… Más vale que lo reflexionen…