El gobernador de Sinaloa, Mario López Valdés, tiene sangre priísta y nunca se la va a sacudir, pues aunque hace un año renunció a ese partido por no haber sido postulado candidato al cargo, el cual logró gracias a la coalición que le armaron PRD, PAN y Convergencia, su corazón sigue siendo tricolor…
Esto viene a cuento, porque ahora que se avecinan las luchas en todos los frentes por las candidatura presidencial del 2012, no falta quien le pretenda cobrar facturas con ofrecimientos, críticas o advertencias… Recientemente se reunió con los perredistas Marcelo Ebrar Casaubón y Carlos Navarrete Ruiz y por separado con los panistas Ernesto Cordero Arroyo y Josefina Vázquez Mota… A partir de ello, los contrincantes de ambos grupos, perredistas y panistas, le enderezaron tremendas críticas con amenazas disfrazadas… El sinaloense no se anduvo por las ramas y salió a responder con un “me reúno con ellos porque son parte de los partidos que conformaron la coalición con que gané la gubernatura”… Pero como todo priísta, por muy resentido que se considere, Malova seguirá apoyando a sus ex correligionarios… Por el momento está con su amigo Manlio Fabio Beltrones y este ordena trabajar para Enrique Peña Nieto, así se hará… Y si no, al tiempo… Así que ningún perredista ni panista se haga las ilusiones de poder ganar algo en Sinaloa, por mucho que reclamen derecho por aquella mal sana coalición que, quiérase que no, solo sirvió para fortalecer al priísmo en esa entidad… Lo dicho, la política es de estrategias y quien mejor las construya, mejores resultados alcanza…