Salvador Beltrán del Río, quien entró al relevo de Cecilia Romero Castillo en la dirección del Instituto Nacional de Migración, comenta a sus allegados que tiene un paquete que no imaginó cuando el presidente Felipe Calderón lo llamó para ofrecerle el cargo…

 

 Asegura que solo le dijo si estaba dispuesto a encabezar una limpia en ese organismo dependiente de la Secretaría de Gobernación, pero, según expresa en corto, cuando se metió a fondo se sorprendió de la corrupción que estaba tan arraigada… Pero afirma que no se amilana y está dispuesto a cumplir al Presidente, aunque su vida cambió porque ahora no sólo él, sino que casi toda su familia tiene que andar con escoltas… “¡A esos niveles llegó la ineficiencia de doña Cecilia!”… Es lo que se les escucha decir a algunos panistas en los corrillos legislativos… Y vaya que tienen razón…