El sábado pasado el presidente Felipe Calderón Hinojosa inauguró la obra de ornato llamada Estela de Luz y en su discurso oficial hizo referencia a la controversia desatada por el elevado costo que pagó el pueblo por algo no que pidió, más mil millones de pesos…

 

Pero el mandatario o pudo ocultar su desgano en ese evento, pues mientras hablaba su rostro se mantuvo endurecido, como reconociendo que se trata de una obra que no era necesaria y que será otro punto negro con el que será recordado en las páginas de su sexenio… Y vaya que tiene razón…