Tanto en el Metro, como en los camiones, restaurantes y cantinas de la ciudad de México, se intensificó la frase popular “pongan sus barbas a remojar líderes sindicales corruptos”… Esto como reflejo de la buena impresión que deja en el ánimo del pueblo, el de a pie, el arresto de Elba Esther Gordillo Morales… “Ahora Peña Nieto va por Romero Deschamps, por Joel Ayala y todos los dirigentes sindicales que se han enriquecido con las cuotas de los trabajadores”… Expresión cada vez más coincidente entre muchos mexicanos… Y vaya que no solo el dirigente petrolero y el líder de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado, FSTSE, hacen gala de la opulencia con que viven… Bueno, de Romero Deschamps se dice con insistencia que le acaba de regalar a su hijo un automóvil de lujo extravagante que vale casi 30 millones de pesos… Y del líder de la burocracia nacional se comenta la mansión en que vive y otros bienes y detalles que, de ser investigados y darlos a conocer a la opinión pública, causaría enojos populares similares a los de la maestra en desgracia… Pero como dice el pueblo: ¿Se atreverá el presidente Peña Nieto a limpiar, de una vez por todas a los sindicatos?... Ya veremos…