Un Presidente de la República, 500 diputados federales, 128 senadores, cinco gubernaturas, la Jefatura del Gobierno del D.F. y una gran cantidad de diputados locales y alcaldes y 16 jefes delegacionales en la capital del país, es lo que está en juego en la jornada electoral que recién se inició en México…
Como se sabe, son siete los partidos políticos con registro nacional que participan en esta competencia política, pero se puede afirmar que solo tres de ellos tienen garantizada su permanencia en la liga mayor de las elecciones federales… Ellos son el PRI, el PAN y el PRD, pero en el caso del PVEM, PT, Convergencia y PANAL, sus respectivos propietarios, Jorge Emilio González Martínez, Raúl Salinas de Gortari, Dante Delgado Rannauro y Elba Esther Gordillo Morales, rezan a Dios por lograr el dos por ciento de la votación general que les permita seguir en la ubre presupuestal… ¿Qué quiere decir esto último?... Que si logran que los ciudadanos voten por ellos aunque sea por lástima y les otorgan el dos por ciento de la totalidad de votos que se depositen en las urnas de todo el país el próximo primero de julio de este 2012, seguirán recibiendo millones de pesos propiedad del pueblo que les autoriza el IFE cada año para su “trabajo” político… De ahí que quienes aparecen como dirigentes nacionales de estos cuatro partidos le estén prendiendo velas al Todo Poderoso para que logren ese dos por ciento de sufragios, porque de no obtener ese porcentaje en las urnas, ya no serán mantenidos con dinero de los ciudadanos y se tendrán que ir a sobar el lomo, como lo hace casi todo el pueblo, para subsistir… Esta es la realidad y los electores tienen la última palabra… Que quede para la reflexión…