En el Senado de la República corre la versión de que en los tres sindicatos del órgano parlamentario se están vendiendo al mejor postor los empleos de nueva creación que autorizaron los legisladores que integran la Comisión de Administración…

Ejemplo de ello es la reseña que llegó a nuestros sabuesos informativos del episodio que se vivió en el sindicato mayoritario que lidera Bertha Orozco… Resulta que el 21 de marzo esta mujer convocó a asamblea para rifar las plazas de nueva creación entre los trabajadores de su sindicato, a fin de que se otorgara al familiar de quien resultara agraciado o agraciada… Bueno, pues cuando llega el momento del sorteo, la líder del gremio no segó a una niña que se encontraba en la asamblea sacara los boletos y dijo que ella sería quien orquestara todos los movimientos de la rifa… Pero cuando supuestamente sacó un boleto con el nombre de un trabajador, las empleadas María de Jesús Bravo Martínez y Berenice Díaz Ortíz, exigieron que enseñara a la asamblea el boleto, ya que solo apretaba el puño sin que dejara asomar el papel con el nombre del agraciado… Las trabajadoras que protestaron se acercaron al presídium para presionar a su dirigente, pero cuando la tomaron de la mano para quitarle el boleto, los incondicionales intervinieron y así protegieron a la mujer que controla el sindicato… Dos semanas después las trabajadoras que descubrieron este fraude recibieron la notificación de que están suspendidos por seis meses sus derechos sindicales… Si esto ocurre en el Senado de la República, donde los legisladores que dicen representar y jugarse la vida por la nación y su pueblo, ¿qué no permitirán a otros sectores del país?... Que quede para la reflexión…