El presidente Enrique Peña Nieto ya mandó señales, a través de Petróleos Mexicanos, de que la multimillonaria danza del oceanografigate es solo un asunto mediático y que pronto se le dará carpetazo con argumentos legaloides…

Cuestión de analizar lo que hace unos días difundió la Cámara de Diputados: “Pemex sostuvo que la información de los hechos relacionados con Oceanografía, Banco Nacional de México y la paraestatal debe ser tratada y clasificada como reservada y confidencial, y manejada por las partes involucradas con el sigilo y secrecía que la ley prevé y a lo cual están obligados por su condición jurídica”… La finalidad, explicó este órgano legislativo en un escrito publicado en la Gaceta Parlamentaria, es no entorpecer las investigaciones que actualmente realiza la Procuraduría General de la República (PGR), así como las realizadas al interior de PEMEX, salvaguardando de esta manera el sigilo en dichas investigaciones y las garantías de las partes que, en todo caso, pudieran estar involucradas… Así lo disponen, precisó, los artículos 16 del Código Federal de Procedimientos Penales; 13 y 14 de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental y demás relativos y aplicables, por la que se encuentran ante una formalidad procesal… ¿No despierta sospechas de que algo se está negociando en Los Pinos con los directamente responsables?... Y si, ya lo veremos…