Si los candidatos que ganaron las gubernaturas de Sonora y Nuevo León cumplen a cabalidad con lo que ofrecieron para ganar el voto mayoritario de los ciudadanos, los que ya se van  el cargo deben estar temblando y profundamente temerosos… 

De nadie es desconocida la inmensa fortuna que acaparó el panista Guillermo Padres Elías en Sonora y el priísta Rodrigo Medina de la Cruz en Nuevo León, fue claramente determinante para que sus respectivos partidos fueran echados a patadas por los electores… Y ahora toca a los gobernadores electos de aplicar la ley y llamarlos a cuentas, porque sus administraciones fueron de auténtico atraco… Pero si la sonorense Claudia Artemiza Pavlovich Arellano y el independiente Jaime Rodríguez, “el bronco”, no aplican la ley, también se la verán con el pueblo… Y si no, al tiempo…