Todos se dieron cuenta que al término del mensaje que dio el Presidente Enrique Peña Nieto, en el patio central de Palacio Nacional, bajó del estrado para dirigirse a su siguiente evento, que fue con las fuerzas armadas en el Campo Marte, y en su camino se detuvo en varias ocasiones a saludar de mano a varios de los invitados…
En una de esas filas estaba el senador Gerardo Sánchez García, dirigente de la CNC, quien muy serio vio llegar al Presidente y le extendió la mano para saludarlo; pero, Peña Nieto, más serio, lo saludó sin mirarlo y de inmediato –como si se le quemara la mano-, soltó la mano del “campesino” para saludar a una dama que estaba sentada a su izquierda… Ya ni siquiera el Presidente volteó a ver al senador cenecista y todos los presentes notaron la frialdad de Peña Nieto… Y Sánchez García no sabía a dónde meter la cabeza. Hubo susurros entre varios asistentes de que el Jefe del Ejecutivo pondrá orden en la CNC y que los días del senador están contados en la central campesina priista… ¿Sera?