Sorprendido por la corrupción sindical en el Senado de la República, el presidente del organismo, Miguel Barbosa Huerta,  tomó al toro por los cuernos y llamó a los involucrados de un vergonzoso episodio… 

Resulta que en meses pasados la mesa directiva otorgó nuevas plazas laborales que desató tremenda rebatinga entre los dirigentes de los tres sindicatos que se reparten el pastel en el organismo parlamentario… Pero en uno de ellos el líder pidió tres mil pesos a cada uno de los seis trabajadores que resultaron beneficiados, para darles un regalo a los directivos de Recursos Humanos que les documentaron las plazas… Y grande fue la sorpresa cuando luego de un tiempo los mismos trabajadores recibieron la comunicación que siempre no tienen la plaza y acudieron ante el presidente del Senado para pedir ayuda de solución a su problema… Al escuchar la revelación del “regalo”, el legislador mandó llamar de inmediato a los encargados de Recursos Humanos y se armó la grande… De esto hay mucho que contar…