Lo ocurrido en Colima, donde se anuló la elección para gobernador por las marrullerías de los priístas, reconfirma que los programas calificados de sociales del gobierno fueron instrumentados solo para la compra de votos… 

Esta es la percepción que se generaliza entre diversos sectores de la sociedad, donde no queda la menor duda de que repartir mercancías, vales, despensas y alimentos en épocas de votaciones, no son el camino para reducir la pobreza… Y esto se fundamenta con mayor solidez con el hecho real y contundente de que este primer trienio de gobierno del presidente Enrique Peña Nieto han aumentado 600 mil personas que padecen hambre cotidiana y hay dos millones más de pobres de cuando inició su sexenio… ¿Alguien puede rebatir esto?... Atrévanse…