El flamante edificio de la nueva sede del Senado de la República sigue cayéndose a pedazos…

Resulta que en esta temporada de aguaceros este recinto parlamentario se ha caracterizado por tener goteras por casi todas sus instalaciones… Bueno, pues este domingo se reventó la tubería de las aguas negras y ya se imaginará usted cuanta pestilencia baña a los legisladores… ¡Ya ni la hacen, de veras!...