Al gobernador de Guerrero, Rogelio Ortega, que llegó de emergente por el cese fulminante de Ángel Aguirre, le quedaron grandes los zapatos… 

Esta es la percepción de los reporteros que cubren la “fuente” política, luego del triste papel que hizo ante los diputados y senadores con quienes se reunió la semana pasada… Lo único que fue a decir a los legisladores es que ya no puede con el cargo y que su ya hay un gobernador elector, para que esperar a octubre para la entrega de los trastos… Brutal y triste confesión política… ¿O no?...