En días pasados el otrora periódico de mayor circulación, La Prensa, publicó en sus ocho columnas que Juan Pablo II “amó a México”…
Y con enojo un reportero de la “fuente” eclesiástica respondió: “El Santo Padre no ha dejado de amar a México, porque no se ha ido, está aquí, allá y más allá, por lo tanto nos sigue amando”… Un aplauso… ¿A quién se le ocurriría esa ofensiva cabeza periodística?...