Ante la posibilidad de enfrentar una crisis de suministro de agua en la Ciudad de México el próximo año, el Vocero del GPPRD en la ALDF, Diputado Alejandro Sánchez Camacho propuso hacer frente al problema con un proyecto integral, con mayor coordinación entre los gobiernos federal y local, y sobre todo de una partida presupuestal suficiente para enfrentar la alerta.
Luego de que la Comisión Nacional del Agua informara que las presas que alimentan al Sistema Cutzamala están a 58 por ciento de su capacidad, el legislador comentó que para encarar la problemática, que afectaría a más de 9 millones de capitalinos, no basta con el llamado de alerta del titular de la CNA, José Luis Luege, sino de la voluntad política del Gobierno Federal.
No es posible, sostuvo, que año con año el Gobierno de la República siga regateando recursos económicos al DF para realizar las obras que requiere el sistema hidráulico de abastecimiento a la población.
La deforestación que ha sufrido la Ciudad de México y su zona conurbada, no de ahora, sino de años atrás, ha contribuido a la merma de nuestras reservas hídricas; sin descontar que al reducirse las áreas boscosas, se limita la producción de lluvia y por tanto disminuyen las fuentes subterráneas que alimentan los ríos.
Abundó que en áreas desprovistas de árboles y de la sombra que estos brindan, la tasa de evaporación es muy alta, contribuyendo a la sequía terrestre.
Pese a lo anterior, dijo Sánchez Camacho, en el presupuesto de la federación no existe un solo peso para apoyar a los sectores agrícola y forestal de la capital del país. La población del Valle de México sufre de una crisis del agua que encierra una contradicción: se padece por su escasez y abundancia.
“Escasez por las complicaciones de abastecer a una ciudad densamente poblada y con un consumo mayor al disponible en las fuentes locales, ya que la Ciudad de México utiliza 33 m3 de agua por segundo, lo que provoca sobreexplotación de los recursos internos y el uso intensivo de fuentes externas”.
Sánchez Camacho propuso que debe impulsarse un sistema pluvial para almacenar agua de lluvia y su aprovechamiento, además de recursos suficientes federales y locales para realizar las obras necesarias que permitan la modernización del Sistema de Aguas de la Ciudad de México.